Comenzar por Lope de Vega para no empezar por
Peris-Mencheta; hacerlo hablando sobre uno de los escritores y
dramaturgos más importantes del Siglo de Oro para no hacerlo
recordando que vuelve al Juan Bravo uno de los más aplaudidos del
siglo presente.
Comenzar por Lope de Vega porque fue él quien
quiso entregar a los amantes de Verona a un final jubiloso, mucho más
correspondido que aquel al que los destinó William Shakespeare. Sí,
Castelvines y Monteses son los Romeo y Julieta del inglés y es algo
que, más de quinientos años después, muchos desconocen; eso, y que
fueron más dichosos. Más vencedores. «Triunfadores ante la mezquindad
de los viejos y sus caducos valores», Carlos Menéndez dixit.
Sergio Peris-Mencheta los ha rescatado del
silencio al que la Historia de la Literatura, prefiriendo la tumba de
Shakespeare los ha condenado, y, con la ayuda de Joan Miquel Pérez,
Ferràn Gonzàlez y Xènia Reguant, los ha llenado de melodías alegres
para convertirlos en comedia musical. En espectáculo de humor, de
juegos, de magia, de acrobacias, de bailes... en juventud hecha teatro.
Castelvines y Monteses promete ser una fiesta.
Una declaración de amor en plena escena. Un relato de lo imparable que
puede llegar a ser la fuerza del corazón. Una celebración digna de la
firma de su director, que entre Lehmans y García Lorca ya ha escrito
versos de amor entre las butacas del Juan Bravo en más de una ocasión.