Muchos espectadores se sintieron vivos el día que asistieron a El
Funeral de Teatro Che y Moche. No porque no les diera pena el bueno de
Dimitri Poliedrich; pobre baboushka. La culpa la tuvieron sus nietos;
Yuri, Zoltan, Tereza y Ioaqim, que, batería, guitarra, saxofón, violín
y mandolina en mano, convirtieron las cenizas en música, bailes y
fiesta.
Pues bien, los cuatro han vuelto y prometen locura,
pasión, viajes al pasado y mucha música zíngara. También teatro
gestual, de texto, improvisación, humor y diversión. Canciones y toda
la tragicomedia que cabe en varias generaciones de la familia
Poliedrich, que, por mucho que lo ha intentado, no ha podido escapar
ni de la Gran Guerra, ni de la Revolución Rusa, ni de la Segunda
Guerra Mundial... ni siquiera del hundimiento del Titanic.
Pero
no importa, están todos convocados al escenario para hacer de la tarde
Un día feliz. Cada uno de los fantasmas de esta familia de músicos lo
sabe bien. Y está dispuesto a hacer viajar a quien no le dé miedo el
pasado a un país soñado, maravilloso e iluminado. Un país cualquiera y
lleno de esperanza en el que el viento sopla como manda Ioaqim y las
melodías están tan cuerdas como decida Tereza.
UN DÍA FELIZ
12 abril
Música
Compañía: Teatro Che y Moche
Dirección: Joaquín Murillo
Dramaturgia: Joaquín Murillo
Intérpretes: Tereza Polyvka, Joaquín Murillo, Kike Lera y David Sánchez/Sergio Domínguez
Función: 20:30 h
Duración: 1 h y 20 min
Precio único: 10 €
Red de Teatros Públicos de Castilla y León