Teatro Juan Bravo

Hay pocos reyes más reyes del teatro que Els Joglars. Monarquía absoluta la de Fontserè y los suyos sobre las tablas. Lo han demostrado tantas veces encima de las del Juan Bravo que coronarlos desde el patio de butacas sería absurdo. Cada nuevo montaje, incluso desde la abdicación de Boadella, bien merece una escena napoleónica.
La que traen ahora será, sin embargo, más bien borbónica; al menos en sus formas. Y para aquellos que echan de menos el reinado de Boadella, una buena noticia: está de vuelta con los juglares. El Rey que fue se deja ver en los créditos de la dirección junto a Fontserè. Diez años después de El coloquio de los perros vuelven a ladrar unidos para tratar de explicar a aquellos españoles que, al ondear la bandera, se llevan como el perro y el gato por qué Don Juan Carlos I, rey emérito de España, provoca entre sus contemporáneos los más antagónicos juicios. 
Una infancia y juventud separado de sus padres y entregado a la tutela de un dictador. La muerte de un hermano por un disparo fortuito de su pistola. Una corona arrebatada al padre. Su poder absoluto heredado de la dictadura y entregado a la democracia. Un golpe militar. Varias amantes. Una abdicación. El exilio. El reconocimiento y la culpa... ¿Por qué no te callas? Deja que Ramón Fontserè, Pilar Sáenz, Dolors Tuneu, Javier Villena, Martí Salvat y Bruno López-Linares te lo cuenten como mejor saben; con la autoridad de ser los reyes más reyes del teatro, a pesar de hacerse llamar Els Joglars.