Esther Berzal estrenó Mi dolor es... sobre el escenario del Juan
Bravo hace tres años. Después, lejos de aquí, cerró por Navidad y más
tarde pidió perdón por no ser ella. Todo pasó antes de que se cruzase
con El esclavo del demonio y Antonio Mira de Amescua y decidiese
cambiarle el verso y el Siglo para convertir el Oro en feminismo y la
dramaturgia en música y color. «Hay que reinventar los clásicos, hay
que reventar los clásicos», asegura.
Por ello, contemporánea y
respetuosa con la historia, manteniendo la esencia pero buscando al
público del momento, abre la puerta a la sororidad y la
homosexualidad. A la revolución de la mujer. Y pacta con el demonio un
cambio de género del personaje protagonista. Sin violaciones ni
justificaciones endiabladas.
En La esclava del demonio una mujer
entra en la habitación de otra para salvar a una amiga de un
matrimonio no deseado. En La esclava del demonio una mujer puede
conseguir lo que se proponga. Y un hombre puede mostrarse vulnerable
si así lo siente. En la obra de Esther Berzal y el propósito de
Helarte, su compañía, el demonio también guía. Pero es bueno. Y es
mujer. Y puede ser tan valiente como peligrosa. Tan libre de amar a
quien quiera; empezando por ella misma. Que para eso tiene las Siete
Llaves ganadoras del certamen de teatro de Sepúlveda.
LA ESCLAVA DEL DEMONIO
26 abril
Teatro
Compañía: Helarte
Dirección: Esther Berzal
Dramaturgia: Esther Berzal
Intérpretes: Paula Ratia, Inma Almagro, Lauren Gumuccio, Silvana Navas, Juan Maroto y Diego Durán
Función: 20:30 h
Duración: 1 h y 30 min
Precio único: 10 €
Red de Teatros Públicos de Castilla y León